El tímpano representa
uno de los milagros de San Gil, defendiendo a una cierva herida (Imagen
8).
San
Gil o Egidio: "El Protegido o Defendido" en latín;
o "cabrito" en griego.
Ermitaño de origen griego que vivió entre los siglos VI
y VII. Algunas leyendas piadosas lo consideraban un rico heredero emigrado
de Marsella y establecido como anacoreta en un bosque en la desembocadura
del río Ródano. Con el tiempo edificó un monasterio.
Se le atribuyen algunos milagros y la piedad en el Medioevo lo llamó:
Abogado de los pecadores, por haber ayudado en su conversión
al rey Carlos; protector de pobres, tullidos, arqueros, por haber sido
herido por una flecha; abogado contra el miedo y el íncubo, por
ayudar a una cierva en peligro; y defensor contra las enfermedades del
cáncer y la epilepsia, llamada "mal de San Gil".
Se le consideró uno de los "14 santos auxiliares".
Se le representa como anacoreta, con varios atributos: cierva, lirio,
flecha clavada en el brazo, dos puertas (regalo del Papa a su monasterio)
y un mensaje celeste en una filacteria por haber descubierto un pecado
oculto del rey Carlos y hacérselo confesar.
No
es frecuente la advocación a San Gil de nuestras Iglesias. En el
interior, en algunos capiteles se representan pasajes de la vida de San Gil. La Catedral de Chartres, en su vidriera
del XIII, junto con esta iglesia son las que poseen más representaciones
hagiográficas de este santo.